La familia

La familia es el núcleo de toda sociedad, es universal y esta formada por padres, hijos y demás familiares que puedan vivir en el hogar. Entre ellos existen vínculos de amor y se influyen mutuamente.

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Orlando (Me mude!), Florida, United States
persona, ser humano entusiasmada por la vida, por amar, conocer, descubrir, desarrollar... Todo momento nos es útil para crecer, lo dificil es saber verlo a tiempo...

12.8.06

Cuando nuestros hijos deciden

Nuestros hijos rara vez quieren lo que nosotros quisimos para ellos.
Es asi casi sin excepción, y es una suerte!
Eso habla muy bien de nosotros, aunque no nos lo parezca..
Tener un hijo o una hija que hace decisiones por si mismo, es un logro de su familia, que le ha enseñado a ser independiente y decidido.
Pero para nosotros, los padres, a veces sus decisiones son un verdadero dolor de cabeza.
¿Por que?
A veces porque nuestra experiencia nos indica que se están metiendo en un problema, otras, porque sus deseos no son los nuestros.
Otras…
Educamos a un niñito con todo amor, le enseñamos a respetar sus compromisos, a no mentir, lo cuidamos, le enseñamos a comportarse, a hablar correctamente…
Y nuestra pequeña joya crece. Vemos en el(la) alguien que esta listo(a) para triunfar…
Así es, pero SU triunfo NO es el nuestro.
A veces los padres queremos que nuestros hijos tengan las oportunidades que nos faltaron, las alegrías que nos perdimos, los sueños que se esfumaron.
Y no es malo, pero los deseos de nuestros hijos TAMPOCO son los nuestros.
Ellos son nuestros hijos, no una oportunidad de arreglar nuestra vida.
Si los hemos criado bien, seguramente no desean lo mismo que nosotros, porque aprendieron a diferenciar, aprendieron a tener sus propias opiniones y a tomar sus propias decisiones.
Y eso esta MUY BIEN!

11.8.06

La felicidad esta en los pensamientos (cuento)

Se cuenta una historia de una familia pobre que tenía la facultad de tomar todas las cosas por su mejor lado.
Una mujer rica se interesó por ayudarlos.
Un día la visitó un vecino de la familia pobre y le dijo que la estaban engañando.
Los niños de aquella familia siempre comen cosas deliciosas, lujos que ni yo puedo permitirme - dijo el vecino.
La mujer rica fue a visitar esta familia al mediodía.
Estaba parada junto a la puerta, a punto de llamar, cuando oyó que una de las niñitas le preguntaba a otra:
- ¿Te vas a servir asado hoy?
- No, creo que comeré pollo asado - respondió la otra niña.
Al oír eso la mujer golpeó la puerta y entró inmediatamente.
Vio a las dos niñas sentadas a la mesa en la que habían unas pocas rebanadas de pan seco, dos papas frías, un jarro de agua y nada más.
A sus preguntas contestaron que se hacían de cuenta que su pobre comida era toda suerte de manjares y el juego hacía que la comida les fuera un verdadero festín.
- Usted no sabe lo delicioso que es el pan cuando una lo llama torta de frutillas.
- Pero es mucho más rico si lo llamas helado de crema - dijo la otra niña.
La señora rica salió de allí con una nueva idea de lo que significa el contentamiento.
Descubrió que la felicidad no está en las cosas, sino en los pensamientos.
Aprendio lo que Salomón dijo tanto tiempo antes
"El ánimo del hombre lo sostiene en su enfermedad; pero perdido el ánimo, ¿quién lo levantará?"
No pidamos que cambie nuestra suerte, transformemonos nosotros.

28.7.06

¿Padre bueno o buen padre?

Nunca han oído la historia de algún antepasado, quizá su papá o su abuelo y sobre lo difícil que se las vieron cuando se casaron, sin dinero y sin ayuda? A mí me ha tocado y los oigo hablar de ese pasado con un cierto orgullo por salir adelante solos con su valor y la ayuda de su cónyuge.
Son matrimonios sólidos, basados en su amor por el otro y en la convicción de que toda empresa que se quiere sacar adelante implica esfuerzo, y no hay empresa más grande ni más difícil que un buen matrimonio.
Uno podría pensar que si esas personas vieran a algunas de las parejas que se casan ahora, con la casa puesta, el carro en la puerta, el negocio instalado y toda su vida resuelta, dirían que les tocó la mejor época. Pero nada más lejos de esto.
Los que pasaron por épocas difíciles y salieron adelante, no quieren olvidar su pasado, sino por el contrario, sienten que fue la base que cimentó lo que han logrado, tanto en lo material como en lo espiritual. No le quiero decir con esto que fue su mejor etapa, pero sí necesaria.
Empezaron solos, con lo que podían en ese momento, sin espejismos, ni subsidios, y, aunque esto les causó incomodidades y privaciones, no tomaron una actitud negativa, porque sabían que se tenían el uno al otro. Además, le encontraron un sentido a su sufrimiento, palabra inadmisible en nuestros tiempos. Y gran parte de la culpa es de los papás.Como siempre –me incluyo–, no queremos que nuestros hijos pasen incomodidades. Desde niños los dejamos a la puerta de la escuela para que no caminen, les simplificamos todo para que no batallen y les dejamos muy claro el mensaje: sufrir y batallar no tiene sentido. Después, cuando estos niños se casan, los papás les quieren resolver hasta el último detalle.
Si no podían ir de luna de miel... a una playa mexicana, no importa, sus papás les pagan el viaje... ¡faltaba más!!!
Si no podían vivir más que en un departamentito, no importa, sus papás les pueden pagar para una casa o un departamento más grande.
Si sólo podían tener un carro para los dos, aprendiendo a compartir y a ceder, no hay problema, sus papás les regalan otro para que no se agobien.
Por querer hacerles el camino fácil, se lo hacen cada vez más difícil, porque llegará un momento en que papá y mamá ya no estarán allí, o si están, no podrán resolver otros problemas más serios.
Son estos niños jugando a casarse quienes, a la primera dificultad en su matrimonio deciden mandarlo todo a volar, porque luchar por sacarlo adelante cuesta mucho trabajo y ellos no están acostumbrados a luchar. ¿Para qué, si todo se les ha dado siempre sin hacer esfuerzo?
En el libro “The Road Less Traveled” (El Camino Menos Viajado) de M.Scott.Peck, comenta que la vida es difícil, y una vez que lo sabemos, entonces deja de serlo...
La vida es una serie de problemas. Aceptándolos y resolviéndolos es como el individuo crece. He ahí la importancia de que nuestros hijos aprendan a resolver sus propios problemas.
Tal vez esté pensando que eso de resolver los problemas de los hijos sólo pasa en las familias acomodadas, que son las únicas que se pueden dar el lujo de mantener otra familia además de la suya. Pero, excluyendo a los que se encuentran en extrema pobreza, se asustaría si supiera cómo ayudan los papás de todo tipo de estratos sociales a sus hijos a no sufrir.
Un chofer que conozco desde niño, trabajó durante toda su vida de sol a sol sin faltar un solo día.
Logró acumular un capital estable y comprar su casa y los terrenos de al lado. Ahora que sus hijos se casaron, él les dio un terreno a cada uno y les ayudó a hacer su casa y les da dinero cada vez que puede. Él sigue trabajando igual, con la misma filosofía de esfuerzo continuo con la que empezó hace casi cuarenta años. Tiene una familia muy bonita, que les costó mucho trabajo a él y a su esposa sacar adelante, y el orgullo se le nota. Sus hijos son trabajadores, pero ni remotamente como él.
Lo peor de todo esto, es que no lo hace con mala intención.
Si estuviéramos conscientes del daño que hacemos a nuestros hijos al leerles el pensamiento y cumplirles todos sus caprichos, estoy seguro de que no lo haríamos, pero a veces sentimos que es nuestro deber y otras veces queremos que tengan todo lo que nosotros no tuvimos.
Un amigo me comentaba que fue a una cena y un sacerdote les dijo a los ahí presentes, en su mayoría jóvenes matrimonios de muchachos emprendedores, que les estaban dando a sus hijos demasiadas cosas. Uno de ellos le contestó que ellos simplemente querían que sus hijos tuvieran todo lo que ellos nunca pudieron tener. El sacerdote le dijo: “Ustedes tienen lo que tienen, precisamente por lo que no tuvieron”.
Vuelvo a lo mismo, estos niños mal acostumbrados son pésimos a la hora de sacrificarse. Y no me refiero a un gran sacrificio, sino a algo tan simple como ceder en la convivencia diaria.
En un matrimonio siempre hay prioridades a la hora de comprar algo. ¿De quién serán las prioridades?, ¿de él? ¿de ella? Si ninguno acostumbra prescindir de lo que le gusta, ¿cómo harán?
En el mejor de los casos, aprenderán a estirar, aflojar y batallar antes de llegar a un acuerdo. Pero, si el egoísmo está tan arraigado que no hay manera, ¿entonces qué?:
Llega el divorcio, claro, por incompatibilidad de caracteres, y se acabó. Asunto arreglado.
Desgraciadamente, la incompatibilidad de caracteres es nada menos que la imposibilidad de convivir con los demás, sólo que con el cónyuge se nota mucho más, porque allí sí viven juntos.
Eso sólo viene del egoísmo, y éste viene de estar acostumbrado a ser el centro de atención, a que la vida gire a su alrededor, y eso desgraciadamente, se enseña en la casa, en donde se prepara a los matrimonios del futuro.
Así que, la próxima vez que su hijo tenga algún problema, ayúdele si quiere, pero no se lo solucione. No lo subestime, le aseguro que saldrá adelante. Esto será una gran ayuda para su futuro yerno o nuera. Ellos se lo agradecerán.
Padres buenos hay muchos; buenos padres, hay pocos.
No es difícil ser un padre bueno, en cambio, no hay nada más difícil que ser un buen padre.
Un corazón blando basta para ser un padre bueno. Ideas firmes y la cabeza más clara son todavía poco para ser un buen padre.
El buen padre dice sí cuando es sí y no cuando es no...
El padre bueno sólo sabe decir sí...
El padre bueno hace de su niño un pequeño dios que acaba en un pequeño demonio...
(María Lucía de México)

27.7.06

Abuso y Violencia Domestica

El abuso y la violencia fisica se dan en ciclos recurrentes
1

Las mayoría de las relaciones son raramente violentas desde el principio, ya que no hay stress acumulado entre los involucrados.
Ambos muestran su mejor comportamiento y tratan de impresionarse mutuamente
A medida que la relación continúa, las demandas, las expectativas y el stress aumenta.
En esta fase, la violencia es dirigida a objetos más que a la pareja, por ejemplo:
Golpear puertas, patear muebles, arrojar objetos, romper cosas, olvidar, perder, extraviar.
El comportamiento abusivo es reforzado por la liberación de tensión que se produce después de la acción agresiva.
El comportamiento agresivo es un mal mecanismo de adaptación para liberar la presión y la tensión acumuladas por situaciones de stress.

2

La violencia se traslada de los objetos al cónyuge, aumenta el abuso verbal, (los gritos), aumentan los desacuerdos, el descuido, los apodos ofensivos, las burlas, los insultos, el desprecio, que hacen más crítica la situación de la víctima.
El miembro atacado (la victima) empieza a alterar su conducta para detener el abuso verbal y/o la violencia. Se esfuerza para que el abusador no se enoje y ataque nuevamente
La victima llega a creer que el o ella es la causa del enojo del abusador. El abuso verbal, emocional y hasta físico continua en aumento.
La víctima tiende a apartarse del cónyuge abusivo, se siente responsable del abuso, a menudo culpándose, con sentimientos de inadecuación o fracaso.
El control del abusador comienza a hacerse más penetrante, y desborda todos los aspectos de la vida de la víctima.
Puede mostrar celos obsesivos, e intenta controlar el comportamiento del compañero, sus amigos o su tiempo. Indicar a la victima donde irá, con quien ira, como debería vestirse y hasta prohibirá ver a cierta gente.
El abusador aísla al compañero de su familia y de sus amigos.
La manipulación emocional y el chantaje consiste en hacerle creer que si ellos se amaran, no necesitarían a otros, o que desde que se casaron su lugar esta en donde estén juntos,,, Llegan incluso a excluir a la familia y amigos cercanos, insistiendo en que ellos deben mantener en privado su vida personal y guardar silencio acerca de ella.
Con ésta conducta corta efectivamente todo chequeo de la realidad que la victima pueda hacer al compartir sus problemas con sus amigos o familia.
La victima siente que nada de lo que haga es suficiente para el abusador, que camina sobre cáscaras de huevo y se siente impotente para detener el próximo episodio.(explosión)
Comienza a dudar de su habilidad para discernir entre lo correcto y lo erróneo. El abusador cree que la victima estaría en condiciones de hacerla sentir mejor si cambiara, insulta por sentirse miserable y niega sus sentimientos de desilusión, daño, frustración e inseguridad.
El abusador impotente y unido a la victima, no desea mirar en su dirección, no se le ocurre que el problema puede estar en el.
3

Generalmente antes de un episodio violento, el abusador elige el lugar, el tiempo, cómo luchar y de que manera golpear.
El modelo de abuso está tan establecido que el abusador sabe que tecla pulsar para conseguir la reacción deseada. Saben cómo escalará la situación, como si fuera una danza coreográfica.
Encuentra a la víctima desprevenida ante el incidente, Se impresiona cuando éste llega, se sorprende, se aterroriza, se avergüenza y siente humillación, degradación y enojo. Pero tiende a culpar, erróneamente, a ellos mismos por la violencia.
El abusador siente que ha perdido el control y para probarse a si misma/o que controla la situación, realiza el abuso contra la victima, la culpa por su pérdida de control, sus arrebatos y su violencia, y alega que la víctima lo instigó.
Por lo general el abusador cree que el abuso solucionó el problema.
4

Esta fase puede ser llamada “luna de Miel”
Es similar a la desorientación luego de una borrachera, y la culpa subsiguiente.
Se presenta con vergüenza, y culpa, existen promesas de nunca repetir el incidente y se pide perdón.
En esta fase el abusador siente que tiene nuevamente el control, asume “cierta” responsabilidad por su comportamiento dando a su pareja la esperanza del cambio...
Aun cuando el abusador siente temor ante la intensidad de su propio enojo, y ante el probable abandono por parte de la victima, minimizan el abuso para evitar enfrentarlo.
La victima, por otra parte, siente temor, desea abandonar al abusador y se siente culpable ante las promesas de cambio.
Quiere creer en el cambio y se siente indefensa, deprimida, atrapada y muy confundida.
Desafortunadamente en la mayoría de los casos no hay intervención profesional, ni tampoco un seguimiento de las promesas y resoluciones que se hicieron.
La relación continúa y cada nuevo ciclo la posibilidad de un incremento en la violencia se hace mayor.
A no ser que el abusador reciba ayuda para aprender como lidiar con el stress y el enojo, este periodo de “relativa” paz solo durara poco tiempo, El stress y la tensión volverán a crecer y el ciclo comienza nuevamente.
Y continúa, y continúa...
A medida que se establecen rutinas en el abuso, los periodos son cada vez más cortos, y el abuso se torna más severo y violento.
AMBOS, el abusador y la victima necesitan una ayuda profesional.
Ambos necesitan aprender la dinámica que los mantiene sujetos a tan poco saludables patrones de comportamiento y cómo cambiarla.
Ambos necesitan trabajar para romper el ciclo

18.7.06

En una familia, la responsabilidad de la convivencia familiar es de los padres. Ellos son los encargados de enseñar libertad, responsabilidad, justicia, fomentar la comunicación y ofrecer amor.
Cuando los padres han tenido una infancia triste, pueden ofrecer a sus hijos la infancia que hubieran deseado tener. Si han tenido una niñez feliz, nada mejor que reproducirla.
La familia protege a sus hijos, es el lugar donde siempre son bienvenidos, al que siempre pueden regresar. Para sanar heridas, para compartir éxitos, o para disfrutar del amor incondicional de LA FAMILIA.
La familia se extiende a los miembros que se incorporan a ella por vínculos de amor, las nuevas parejas de los hijos y sus respectivas familias son la “familia extendida”
No siempre comparten las mismas costumbres, modo de vida, educación, nivel socioeconómico… Pero lo que las une es el amor por sus respectivos miembros. Y es suficiente.